ANTECEDENTES:
Existe una clara evidencia para decir que los seres humanos hemos alterado casi un 70% del ecosistemas de nuestro Planeta. Según el científico Ruso Vitousek (1997) dijo que más de la mitad del agua dulce de la Tierra es utilizada por el hombre, esto significa que la Tierra está formada por el 75% de agua la cual el 5% de agua es dulce y esta se forma por medio de ríos, lagunas y cascadas; esto nos da a entender que el hombre utiliza casi el 3% de agua dulce y haciendo énfasis que la mayor parte del nitrógeno atmosférico es fijado por acciones humanas y de esta forma le estamos quitando el derecho de vivir a la naturaleza y así contribuyendo a la perdida de la biodiversidad. De este modo nos podemos dar cuenta que todos los ecosistemas están dominados por el hombre, ya sea de una forma directa o indirecta.
Pero recordemos que aún estamos a tiempo de salvar nuestro ecosistema y es por esto que el hombre ha creado parques ecológicos, reservas naturales y ecológicas, parques nacionales y áreas protegidas para recuperar la presencia de flora y fauna exótica que existe en nuestro planeta.
Los impactos ecológicos de la actividad humana han alcanzado una dimensión sin precedentes en todo el mundo, especialmente en el continente Americano. La transformación de ecosistemas naturales, con la consecuente pérdida de la biodiversidad que contienen y de las funciones vitales que los mantienen, pone en riesgo, no solo a los propios ecosistemas, sino al desarrollo de la sociedad. Además de la pérdida de esos servicios ambientales que los ecosistemas naturales proveen a la sociedad.
Una creciente superficie de las áreas deforestadas para las actividades agropecuarias, son abandonadas por improductivas y requieren de esfuerzos especiales para evitar mayores pérdidas y revertir su deterioro. Los procesos de restauración son particularmente complejos, ya que a la dimensión bio-geo-química hay que añadir la social y económica, las cuales son fundamentales tanto para entender las causas de los problemas ecológicos, como para la búsqueda de soluciones viables de largo plazo.
Enfrentar problemas de conservación, restauración y manejo racional de recursos naturales requiere, por lo tanto, de un enfoque que transcienda la fenomenología ecológica e incluya a la socioeconómica. Las nuevas generaciones de personas involucradas en la toma de decisiones sobre conservación, manejo y restauración ambiental deberán tener un entrenamiento integral y pluridisciplinario, basado tanto en aspectos fundamentales como en la práctica profesional.
En Ecuador los últimos años ha sido ampliamente documentada la extraordinaria riqueza biológica y ecológica de nuestro país. Simultáneamente se ha generado una base de conocimiento científico cada vez más sólida sobre la importancia de los bienes y servicios ecológicos que genera la biodiversidad y las áreas naturales.
Los parques ecológicos constituyen el instrumento total en la conservación de la biodiversidad y de los bienes y servicios ecológicos. Representan la posibilidad de reconciliar la integridad de los ecosistemas, que no reconocen fronteras político-administrativas, con instituciones y mecanismos de manejo sólidamente fundamentados en nuestra legislación.
Creemos nosotros que al vincular a los niños que son el futuro de nuestro Planeta con un parque ecológico recreacional vamos hacer despertar el interés en jóvenes y adultos de respetar a la naturaleza, si hacemos uso de la memoria, recordamos que en los parques cerca de nuestra casa o colegio, han existido los juegos mecánicos infantiles. Representados por los columpios, la rueda de tracción manual, el rodadero y el pasamanos, algunos también tenían o tienen una hilera de llantas puestas de tal forma que hacen un pequeño camino para pasar por la mitad o por encima, otros más sofisticados proponen un puente y un tubo para descender o ascender al mejor estilo de un bombero o los tubos están forrados de espuma y hasta tienen un triqui, un mini muro de escalar o una cuerda para bajar. Los juegos infantiles que se han instalado en los parques, motivan a los niños a montarse en ellos y fortalecer el juego simbólico, pero no existen áreas verdes. Los niños en sus juegos, demuestran sus capacidades de fuerza, flexibilidad y otras habilidades que solo desde niño se pueden practicar.
Esta reflexión debe adquirir mucha mayor fuerza para fomentar el desarrollo de niños y jóvenes para el beneficio de nuestro cantón.
